SuperLuna, 13.11.16 en Recife, Brasil.
oportunidad de ver la Luna más grande y brillante desde el 25 de enero de 1948.
En aquella ocasión me lo perdí porque nací casi un año después, pero el espectáculo de la superluna vuelve la tarde del lunes y es probable que alguno de los dos mil millones de móviles que pululan por la superficie del globo capte esta vez la imagen lunar del siglo. ¿Por qué es tan especial esta oportunidad?
Las órbitas de los astros no son circulares sino elípticas. La Luna, en su viaje alrededor de la Tierra, tiene un máximo acercamiento de 356.500 km (perigeo) y un máximo alejamiento de 406.000 km (apogeo).
Y la Tierra, en su viaje alrededor del Sol, se acerca un máximo de 147 millones de kilómetros y se aleja un máximo de 152. Reunamos coincidencias y consideremos la situación en la que el perigeo se alcanza muy cerca del momento en el que se alinean el Sol, la Luna y la Tierra.
La
diferencia será este lunes de apenas dos horas, por lo que la
Luna llena se verá un 14%
más grande y
hasta un 30%
más brillante de
lo habitual. Además, en ese instante la Luna estará a
147.985.477 km del Sol, es decir, muy cerca también de su máximo
acercamiento a la estrella, una ayuda suplementaria para un
plenilunio esplendoroso (a las 00.00 la iluminación será del
99,4%).
Hasta aquí las mejores condiciones para el objeto observado. Pero una simple nubecilla puede arruinar la fiesta, así que conviene optimizar también las condiciones del sujeto observador.
Hasta aquí las mejores condiciones para el objeto observado. Pero una simple nubecilla puede arruinar la fiesta, así que conviene optimizar también las condiciones del sujeto observador.
Recife, Brasil (13.11.16,)
ATMÓSFERA
LIMPIA
Para
un espectador en
Madrid la Luna saldrá a las 18 horas y 24 minutos.
Hay escenarios más apropiados.
Conviene que la atmósfera sea limpia y seca y conviene situarse de manera que en el horizonte, por donde vaya a asomar la Luna, se recorten las siluetas de árboles o edificios.
Estas referencias servirán para que el cerebro estime espontáneamente el tamaño de las cosas. Es un escenario perfecto para que una ilusión óptica se sume al espectáculo.
Conviene que la atmósfera sea limpia y seca y conviene situarse de manera que en el horizonte, por donde vaya a asomar la Luna, se recorten las siluetas de árboles o edificios.
Estas referencias servirán para que el cerebro estime espontáneamente el tamaño de las cosas. Es un escenario perfecto para que una ilusión óptica se sume al espectáculo.
En
efecto, cerca del horizonte la gran bola de la Luna parece mucho
mayor que horas más tarde, cuando flota allá arriba sola, colgada
en el firmamento.
Para convencerse de ello, basta tomar dos fotografías de la Luna (o del Sol), una pegada al horizonte, otra en lo más alto, y comprobar luego que los diámetros son idénticos en ambos casos.
Para convencerse de ello, basta tomar dos fotografías de la Luna (o del Sol), una pegada al horizonte, otra en lo más alto, y comprobar luego que los diámetros son idénticos en ambos casos.
Por
el mismo precio, durante el amanecer
de la luna,
ésta se verá de color rojizo ya que, estando cerca del horizonte,
su luz viaja un trecho más largo a través de la atmósfera antes de
alcanzar nuestra retina.
El aire absorbe entonces las longitudes de onda más cortas en beneficio de la luz roja o anaranjada. Faltan pocas horas para acomodarse en algún buen lugar de un buen desierto con una buena palmera en el horizonte y con un buen vaso de vino en la mano para disfrutar de unos buenos segundos de gloria cósmica.
Fuente:
El aire absorbe entonces las longitudes de onda más cortas en beneficio de la luz roja o anaranjada. Faltan pocas horas para acomodarse en algún buen lugar de un buen desierto con una buena palmera en el horizonte y con un buen vaso de vino en la mano para disfrutar de unos buenos segundos de gloria cósmica.
Fuente:
Fotos de Recife, Brasil 13.11.16: Gracias P. & J.
JORGE WAGENSBERG
DOMINGO, 13 DE NOVIEMBRE DEL 2016