Joseph Aigner era un famoso pintor austriaco del siglo XIX, especializado en retratar a la alta sociedad.
A pesar de poseer una vida acomodada, intentó suicidarse un par de veces.
A los 18 años se ahorcó pero un monje capuchino apareció antes de que este
pusiera fin a su vida y lo salvó.
pusiera fin a su vida y lo salvó.
Cuatro años después intento colgarse de nuevo y de nuevo el mismo monje capuchino volvió a aparecer en escena para salvar su vida fruto de la casualidad.
Poco tiempo después, Aigner fue condenado a la horca por sus actividades políticas “dudosas” y de nuevo el monje misterioso intervino evitando su ejecución.
A la edad de 68 años Aigner puso fin a su vida disparándose en la boca con una pistola. El monje capuchino que le salvo la vida en incontables ocasiones oficio su funeral. La identidad del querido salvador nunca fue conocida por Aigner.