Jueves 15 de enero de 2015 | 09:36
El papa Francisco, sobre Charlie Hebdo: "No se puede
insultar la fe de los demás"
Durante el vuelo de Sri Lanka a Filipinas, el pontífice
volvió a condenar el ataque contra la revista francesa y agregó que "en la
libertad de expresión hay límites"; "Si alguien dice una mala palabra
en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo", dijo
Por Elisabetta Piqué
| LA NACION
El papa Francisco dio una conferencia de 50 minutos en el
avión. Foto: Reuters
A BORDO DEL VUELO PAPAL.- Ocho días después del atentado
contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo , que conmocionó a Francia y
el mundo, el papa Francisco aseguró que si bien la libertad de expresión es un
"derecho humano fundamental", tiene un límite, que es el de no
ofender. Lo dijo en una conferencia de prensa de 50 minutos que concedió en el
vuelo que lo llevaba desde Sri Lanka a Filipinas, adonde llegó esta tarde (hora
local).
"No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los
demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede", dijo Francisco
ante una pregunta realizada por el grupo francófono de periodistas del vuelo
papal.
El pontífice, que condenó el atentado dos veces la semana
pasada, reiteró que "matar en nombre de Dios es una aberración". Dijo
que "es verdad que no se puede reaccionar violentamente", pero
consideró "normal" que haya una respuesta ante ciertas provocaciones,
algo que explicó a través de un ejemplo concreto.
"No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los
demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede"
"Si el doctor Gasbarri [Alberto, responsable de la organización
de los viajes pontificios, que estaba en ese momento a su lado], dice una mala
palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo... ¡Es normal!",
dijo Jorge Bergoglio, provocando risas entre los 76 periodistas del vuelo papal
y, al mismo tiempo, dando lugar a una declaración que seguramente creará
polémicas ya que algunos podrán interpretar estas palabras como una
justificación al ataque al semanario satírico francés.
Charlie Hebdo es un semanario satírico francés que lleva en
sus páginas burlas a las religiones y dirigentes políticos. La revista fue
víctima de un incendio intencional en 2011 y el miércoles de la semana pasada
fue blanco de un atentado en el que murieron 12 personas, entre ellos, el
director. La filial de Al Qaeda en Yemen reivindicó ayer el atentado, y alegó
que con él, había vengado a Mahoma, que suele ser caricaturizado en la portada.
Ayer, en su primera edición después del ataque, los sobrevivientes volvieron a
provocar, al poner nuevamente al profeta en la tapa.
Como en otras oportunidades, más allá del cansancio de dos
días intensísimos en Sri Lanka, el ex arzobispo de Buenos Aires estaba en buena
forma y respondió a todo tipo de preguntas, sin dejar de lado el humor.
"Si el doctor Gasbarri [Alberto, responsable de la
organización de los viajes pontificios], dice una mala palabra en contra de mi
mamá, puede esperarse un puñetazo... ¡Es normal!"
Al aludir al ataque al semanario francés -que nunca
mencionó-, el Papa también sorprendió al evocar palabras pronunciadas por su
predecesor, Benedicto XVI , en el famoso discurso de Ratisbona de septiembre de
2006, cuando habló de una "mentalidad post-positivista" que lleva a
creer que las religiones o las expresiones religiosas son una suerte de
subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte de la
cultura ilustrada. "Y esta es un herencia de la Ilustración. Hay mucha
gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo,
digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede
pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi
mamá", dijo.
Cuando reiteró, por otra parte, que "no se puede matar
en nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios", recordó,
haciendo autocrítica, que también los católicos cometieron en la historia ese
mismo pecado. "Lo que pasa ahora nos asombra, pero pensemos en nuestra
historia: ¿cuántas guerras de religión tuvimos?", se preguntó, al evocar,
como ejemplo, la Noche de San Bartolomé, es decir, el asesinato en masa de
hugonotes (protestantes franceses) por parte de católicos, durante la guerra de
religión de Francia del siglo XVI.
A continuación la transcripción de la pregunta y de la
respuesta del Papa:
-Santo Padre, ayer a la mañana durante la misa habló de la
libertad religiosa como de un derecho humano fundamental. Pero en el respeto de
las diversas religiones, ¿hasta qué punto puede ir la libertad de expresión,
que también es un derecho humano fundamental?
-Gracias por esta pregunta que es muy inteligente, es buena.
Creo que los dos son derechos humanos fundamentales, tanto la libertad
religiosa, como la libertad de expresión. Pero... ¿Usted es francés? Vayamos a
París, hablemos claro. No se pude esconder la verdad: cada uno tiene el derecho
de practicar su propia religión sin ofender, libremente. Y así hacemos y
queremos hacer todos. Segundo, no se puede ofender, o hacer la guerra, matar en
nombre de la propia religión, es decir, en nombre de Dios. A nosotros lo que
pasa ahora, nos asombra. Pero pensemos en nuestra historia: ¿cuántas guerras de
religión tuvimos? Piense en la Noche de San Bartolomé. ¿Cómo se entiende esto?
También nosotros fuimos pecadores en esto, pero no se puede matar en nombre de
Dios, es una aberración. Matar en nombre de Dios es una aberración. Esto es lo
principal de la libertad de religión: se debe hacer con libertad, sin ofender,
pero sin imponer y sin matar.
La libertad de expresión: cada uno no sólo tiene la
libertad, sino que tiene el derecho y la obligación de decir lo que piensa para
ayudar al bien común. Si un diputado o un senador no dice lo que piensa que es
el verdadero camino, no colabora al bien común. Y no sólo estos, sino tantos
otros. Tenemos la obligación de decir abiertamente, tener esta libertad, pero sin
ofender. Porque, es verdad que no se puede reaccionar violentamente. Pero si el
doctor Gasbarri, gran amigo, dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede
esperarse un puñetazo. ¡Es normal! No se pude provocar, no se puede insultar la
fe de los demás. No se le puede tomar el pelo a la fe. No se puede.
Benedicto XVI en un discurso, no me acuerdo cuál, había
hablado de esta mentalidad post positivista, de la metafísica post positivista,
que llevaba a creer que las religiones o las expresiones religiosas son una
suerte de subculturas, que son toleradas, pero que son poca cosa, no son parte
de la cultura ilustrada. Y esta es un herencia de la Ilustración, eh. Hay mucha
gente que habla mal de otras religiones o de las religiones, les toma el pelo,
digamos que juguetea con las religiones de los otros. Y estos provocan y puede
pasar lo que le podría pasar al doctor Gasbarri si dice algo en contra de mi
mamá, ¿no? Es decir, ¡hay un límite! Cada religión tiene dignidad, cualquier
religión que respeta la vida, la persona humana. Y yo no puedo tomarle el pelo.
Y esto es un límite. Tomé este ejemplo de límite, para decir que en esto de la
libertad de expresión hay límites, como el de mi mamá. No sé si logré responder
la pregunta.