VIOLACIÓN



La violación se ha vuelto casi una costumbre en África, por lo que un técnico médico llamado Sonette Ehlers ha desarrollado un producto que de inmediato 
ha llamado la atención en ese continente. 


El médico nunca pudo olvidar a una víctima de violación que le dijo con tristeza: 
“Si tan sólo tuviera dientes ahí abajo”.

Algún tiempo después, un hombre entró en el hospital donde trabaja Ehlers con un dolor insoportable, porque su pene estaba atrapado en el zíper de su pantalón.

Ehlers fusionó esas imágenes y se acercó con un producto que llama Rapex. 


Se asemeja a un tubo, con púas en su interior. 
La mujer se lo inserta como un tampón, con un aplicador, y cualquier hombre que intente violar a la mujer se clava en las púas y debe ir a una sala de emergencia 
para que el Rapex sea eliminado.

Cuando los críticos se quejaron de que era un castigo medieval, 
el doctor les respondió sonriendo: 

“Es un dispositivo medieval, hecho para un acto medieval”