Mi foto del Eclipse de Luna, Abril 15, 2014 en Buenos Aires Argentina
LA
LEYENDA DEL SOL Y LA LUNA
Cuando
el SOL y la LUNA se encontraron por primera vez, se apasionaron
perdidamente
y a partir de ahí comenzaron a vivir un gran
amor.
Sucede que el mundo aún no existía y el día que Dios
decidió crearlo,
les dio entonces un toque final...
el
brillo!!!
Quedó decidido también que el SOL iluminaría el
día y que la LUNA iluminaría la noche, siendo así, estarían
obligados a vivir separados.
Les invadió una gran tristeza y
cuando se dieron cuenta de que nunca más se encontrarían...
La
LUNA fue quedándose cada vez más angustiada.
A pesar del brillo
dado por Dios,
fue tornándose solitaria.
El SOL, a su vez, había
ganado un título de nobleza: "ASTRO REY",
pero eso tampoco
le hizo feliz.
Dios, viendo esto, les llamó y les explicó:
"No debéis estar tristes,
ambos ahora poseeis un brillo
propio."
"Tú, LUNA, iluminarás las noches frías y
calientes,
encantarás a los enamorados y serás frecuentemente
protagonista de hermosas poesías."
"En cuanto a ti SOL, sustentarás ese título porque serás el más importante de los
astros, iluminarás la Tierra durante el día, proporcionarás calor
al ser humano y
tu simple presencia hará a las personas más
felices."
La LUNA se entristeció mucho más con su
terrible destino y lloró amargamente...
y el SOL,
al verla sufrir
tanto, decidió que él no podía dejarse abatir más, ya que tendría
que darle fuerzas y ayudarle a aceptar lo que Dios había
decidido.
Aún así, su preocupación era tan grande que
decidió hacer un pedido especial a Dios:
"Señor, ayuda a la
LUNA, por favor,
es más frágil que yo, no soportará la
soledad..."
Y Dios... en su inmensa bondad...
creó entonces
las estrellas para hacer compañía a la LUNA.
La LUNA siempre
que está muy triste recurre a las estrellas,
que hacen de todo para
consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy, ambos viven
así... separados,
el SOL finge que es feliz
y la LUNA
no consigue
disimular su tristeza.
El SOL arde de pasión por la LUNA y ella vive
en las tinieblas de su añoranza.
Dicen que la orden de Dios
era que la LUNA debería de ser siempre llena y luminosa,
pero no lo
consiguió...
porque es mujer,
y una mujer
tiene fases.
Cuando es
feliz, consigue ser Llena, pero cuando es infeliz es menguante y,
cuando es menguante,
ni siquiera es posible apreciar
su brillo.
LUNA
y SOL siguen su destino.
Él, solitario pero fuerte;
ella, acompañada
de estrellas,
pero débil.
Los hombres intentan,
constantemente, conquistarla,
como si eso fuera posible.
Algunos han
ido incluso hasta ella, pero han vuelto siempre solos.
Nadie jamás
consiguió traerla hasta la Tierra, nadie, realmente, consiguió
conquistarla,
por más que lo intentaron.
Sucede que Dios
decidió que ningún Amor en este mundo fuese del todo imposible,
ni
siquiera el de la LUNA y el del SOL...
Fue entonces que Él creó el Eclipse
Hoy, SOL y LUNA viven esperando ese instante,
esos
raros momentos que les fueron concedidos
y que tanto cuesta que
sucedan.
Cuando mires al Cielo,
a partir de ahora,
y veas que
el SOL cubre la LUNA,
es porque se reclina sobre ella y comienzan a
amarse.
Es, a ese acto de Amor,
al que se le dio el nombre de
Eclipse.
Es importante recordar que el brillo de su éxtasis
es tan grande que se aconseja
no mirar al Cielo
en ese momento...
tus
ojos podrían cegarse al ver tanto Amor.